segunda-feira, 17 de agosto de 2009

SUICIDIO

Mueren más personas en el mundo por suicidio que por asesinatos o guerras.
La estimativa es de que el número de los suicidas llegue a un millón. Según la Organización Mundial de Salud (OMS), un suicidio acontece cada 40 segundos y la mayoría de los que se matan son hombres, generalmente con arma de fuego.
Entre las principales causas del suicidio están el alcoholismo y otras formas de dependencia química.
Mejor enfrentar las adversidades de la vida ahora, que adentrar la puerta falsa del suicidio.
La Doctrina Espírita debe cumplir importante papel en el combate a esa calamidad. Necesitamos divulgar los postulados espíritas para que otras personas puedan beneficiarse de las verdades consoladoras de esa doctrina de luz.
El Espiritismo nos educa el espíritu, pues muestra con claridad de raciocinio la continuidad de la vida y las implicaciones que el suicida enfrenta cuando se decide por renunciar a la bendición de la vida física.
La mayor incidencia de los suicidios se da en los países bálticos como Lituania, Estonia y en la Rusia. En común estos países tienen la característica que hasta bien poco tiempo atrás, haber formado parte de la temida Unión Soviética, un país ateo.
La degeneración de los sentimientos nobles a través del culto a los placeres inmediatos induce a la criatura humana a sumergirse en un laberinto en la mayoría de las veces sin salida.
El ateísmo se choca con nuestra naturaleza espiritual, pues el espíritu encarnado se cuestiona constantemente sobre la vida y sus intrincadas situaciones.
La adoración a los sentidos más groseros actúa como verdadero estupefaciente en nuestra intimidad, haciendo con que dejemos de lado los verdaderos tesoros de que necesitamos.
Es tiempo de que volvamos nuestras prioridades, nuestros valores.
Es posible que en este exacto momento alguien esté suicidándose.
Dar a la vida el verdadero valor, es eso que necesitamos hacer.
Sólo vive quien ama.
Por más que usted esté enfrentando situaciones dolorosas, no te olvides que ellas son oportunidades preciosas de crecimiento y redención.
El suicidio no es promovido sólo por arma de fuego en el momento desafortunado, él comienza a instalarse en el corazón de la criatura cuando ella opta en vivir sólo del gozo que el cuerpo físico ofrece.
Los placeres físicos, sean de la naturaleza que fueran si son buscados en exceso funcionan como drogas estimulantes que nos alejan de Dios, e igualmente los alucinógenos químicos inhiben nuestro raciocinio.
El Espiritismo es poderoso agente equilibrador, el Evangelio de Jesús a cura para las tendencias suicidas.
Valore la vida, valorándose.

Nenhum comentário:

Postar um comentário