iUsted es lo que piensa! (Espanhol)

¡Usted es lo que piensa!
Existen momentos en la vida en que las dificultades parecen destruir todas las esperanzas.
Nada está correcto, todo parece conspirar contra nuestros más ínfimos proyectos. En verdad, todos los acontecimientos al ser observados, tienen el color de nuestros sentimientos.
Si sonreímos, la vida sonreirá para nosotros.
Si nos lamentamos excesivamente, la vida se volverá una sucesión de quejas y lamentos.
¿Qué hacer delante de esa inexorable realidad?
¿Cambiar el mundo?
¿O cambiar a sí mismo?
¿Esperar que las personas hagan lo que anhelamos?
¿O aceptar a todos de la forma como se presentan?
En la vida el dolor es inevitable, sin embargo, el sufrimiento es opcional.
Invariablemente creamos expectativas sobre todo, sobre personas, sobre hechos.
Eso es pésimo, pues vivimos en constante ansiedad, y cuando el hecho anhelado no se realiza, sufrimos terriblemente por una expectativa creada sólo en nuestra mente, pero no realizada.
No sufrimos por la vida que tenemos, sufrimos sí, por las cosas esperadas y no realizadas.
¿Sufrimos por nuestros errores, o por los errores ajenos?
Errar es condición de quien no sabe todo, por lo tanto, somos aprendices.
No nos debemos culpar por ese o aquel equivoco.
No podemos incorporar en nuestra vida los errores ajenos, ¡explico!
Hay personas, que afirmando amar al hijo, al esposo, o a la esposa, desean tomar para sí todo lo malo que los demás hacen.
¡Eso no es amor, es estupidez!
Hurtar de los demás, el derecho que ellos tienen que aprender con los errores propios, es no amar a quién se dice amar.
En la celeridad en que vivimos hoy en día no nos podemos volver egoístas, pero nuestros propios problemas nos deben bastar.
Ser solidario, amigo, compañero es estar al lado, jamás cargar a los que amamos en nuestra espalda.
A fin de cuentas, todos deben aprender con las elecciones hechas.
En la hora de las dificultades, no nos olvidemos: “Por más alta que sea la montaña, ella jamás irá a encubrir el sol”.
¡La vida exterior es el espejo de nuestra visión interior!
¡Piense en eso!